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Olga Tañón | Mujer y Madre… ¡A fuego!

Una grande entre las grandes. Ella es fuego, vivo y latente. Una voz que resuena en la historia moderna del merengue, en los escenarios, en la radio local y también en la internacional. Ella es pasión y movimiento en el alma y cuerpo de quien escucha su potente entonación.

¿Quién no ha bailado un merengue de Olga Tañón, olvidando penas y amarguras?

Por su talento, ha ganado dos Grammys, cuatro Grammys Latino y 31 premios Lo Nuestro. Ha vendido más de 5 millones de copias en el mundo.

Con tanto, y la vanidad no le acompaña. Más bien la humildad y la entrega a su familia, a quienes considera su mayor prioridad.

En esta edición especial por el Día de las Madres, era necesario traer a la “mujer de fuego”, quien también es una madre, ¡A fuego!

  • ¿Cómo se logra tanto éxito profesional y ser una madre presente al mismo tiempo? ¿Qué has tenido que sacrificar en el camino?

Es un esfuerzo diario el tratar de mantener un balance. Siempre sacrificamos algo, en ocasiones, sacrifico oportunidades profesionales y siempre que viajo sacrifico estar lejos de mi familia; pero mi prioridad siempre ha estado clara, la familia por encima del negocio. 

  • Tienes tres hijos. Pero es Gabriela quien ha llamado la atención del público por su condición de salud y tu entrega a su necesidad. ¿Qué has aprendido en esta jornada de lucha?

Puedo decir que día a día continúo aprendiendo. Lo primero es reconocer que tenemos una niña especial en nuestro hogar. Segundo, entenderlo; y tercero, asegurarnos que cada miembro de nuestra familia entienda lo que esto significa. Naturalmente existen cosas que salen fuera de tu control. Sin embargo, en aquellas áreas en las cuales sí tenemos el control, nos esforzamos día a día en realizarlas.

Para mi, su estabilidad de salud es prioridad y segundo, lograr -en el caso de Gabriella- la mayor independencia posible; esto con el único propósito de que pueda valerse por sí misma en la mayor cantidad de áreas.

Aunque es duro pensarlo, la realidad es que algun día no estaré con ella para protegerla. 

  • Hace unos años falleció tu mamá. ¿Qué legado invaluable te dejó, cómo el mejor consejo, que a su vez merece ser heredado a tus hijos?

Temor a Dios, proteger a mi familia y mantener los valores. 

  • Te has definido como puertorriqueña y venezolana. En tanto, que en República Dominicana reconocen tu merengue como uno de alto mérito. Siendo una latina de impacto entre los latinos, ¿Qué entiendes que nos falta aprender como país y que tenemos para ofrecer de ejemplo a las demás naciones?

Primero, siempre he vivido agradecida que la gente bella de República Dominicana haya respaldado que yo interprete este género, aun y cuando no nací en esa hermosa tierra.

Durante la carrera uno se va identificando y la gente te va aceptando y haciéndote tuya de maneras especiales. Hay ciertos países -como Venezuela- que ese cariño, admiración y respeto no depende de tener un número 1 en la radio. Y gracias a Dios he tenido el privilegio de vivir esa experiencia en otros lugares. Sin embargo, Venezuela siempre será mi segunda tierra, porque fue donde me adoptaron al momento de internacionalizar mi carrera; de ahí “una Puertorriqueña orgullosamente Venezolana”. 

  • Tu opinión sobre el género urbano y su impacto en la sociedad.

Ha sido increíble el impacto, a pesar de que en sus inicios muchos de los expertos en la industria aseguraban que ese género no iba hacia ninguna parte. En mi caso está evidenciado que estuve abierta a esa propuesta; por eso, recuerdo muy bien, que tuve el honor de contar con Yankee al inicio de su carrera, participando en mis conciertos en Puerto Rico. Además colaboré en aquellos momentos con Mikey Perfecto, con el tema «Cuando tú no estás». Siempre he hecho colaboraciones con artistas urbanos como Gringo, Tito el Bambino, Chino, Jon Z, Jey Wheeler, DJ Nelson y Nacho. El impacto tan grande a veces es difícil de medir. Me siento muy orgullosa de todos los exponentes que han sabido llevar este género con altura. 

  • ¿Qué mensaje le darías a esas abuelas que -por la situación que sea – les ha tocado ejercer el rol de mamá de sus nietos? ¿Entiendes es una carga o un honor que pueden asumir?

Mis respetos para todas aquellas que han tenido el valor y la voluntad de asumir ese rol después de haber criado a sus hijos. Ya a mi no me corresponde responder o tomar una postura si es una carga o no. Sería injusto. Simplemente a los que lo han hecho, siempre tendrán mi apoyo y mi respaldo. 

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